Entre los personajes históricos más destacados con que nos topamos en materia de la preservación y el estudio de la literatura náhuatl, se encuentran Fray Bernardino de Sahagún y sus informantes, Diego Durán, Fray Toribio de Benavente, y Ángel María Garibay, entre otros.
“Entre los evangelizadores de América de la primera hora no encontramos sólo a doctrineros, organizadores de diócesis, defensores de los indígenas, sino también a misioneros que se dedicaron a la dura tarea de estudiar a fondo y de una manera sistemática el idioma, las costumbres y todo lo que hoy llamamos la cultura de un pueblo": Fray Bernardino de Sahagún entre ellos, a quien “puede considerarse como el máximo investigador de todo lo que atañe a la cultura nahua”. Él, se ordenó de sacerdote y, posteriormente, “fue profesor y, por temporadas, rector del Imperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco para la formación de indios y del clero local.“ (Ballán, s/d).
En 1529, Fray Bernardino de Sahagún, junto con otros frailes y estudiantes del Colegio, comenzó su búsqueda de “la consulta permanente de ancianos respetables, de sus alumnos trilingües (náhuatl, castellano y latín) y de escribanos”, cuya recopilación dio como resultado entre 1547 y 1577 a la Historia general de las cosas de Nueva España, la cual contiene el estudio de las cosas del México precortesiano. Dicha obra ha sido catalogada por etnólogos como “la mejor fuente para la antigüedad mexicana” dada la descripción que proporciona sobre “todo lo que se refiere a la vida de los antiguos mexicanos: creencias religiosas, cultos, ritos, historia, calendario, vida familiar, fiestas, labores agrícolas, trabajos manuales, etc.” (Ballán, s/d).
En cuanto al evangelizador Fray Diego Durán, contemporáneo a Bernardino de Sahagún, y su famosa Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme se puede decir que habríamos perdido gran parte de nuestra herencia cultural de no ser por ellos. Durán compuso dicha obra, junto con otras tantas, tras una investigación exhaustiva acerca de los pueblos mesoamericanos. Esta Historia, también conocida como Códice Durán, nos brinda un acercamiento a la cultura mexica en el periodo compuesto entre salida de los Aztecas de Aztlán-Chicomoztoc, hasta la Conquista. Como he dicho, sin esta obra, probablemente ahora desconoceríamos una parte muy importante de nuestro pasado histórico y cultural: el correspondiente al periodo tratado en el Códice Durán.
Hablemos ahora un poco acerca de Fray Toribio de Benavente, también conocido como Motolinía, desarrollador de una inmensa labor evangelizadora y autor de “obras que todavía son fundamentales para el conocimiento de la historia y cultura indígenas”. De él, también sacerdote franciscano contemporáneo a los otros últimos dos de los que he escrito en este texto, se dice que «fue el que anduvo más tierra», preocupado del destino de los indios, por lo que nos dejó los Memoriales o libro de las cosas de la Nueva España y de los naturales de ella: obra que describe la cultura novohispana de las comunidades indígenas. (Gómez Canedo, 1988)
Como podemos comprender a través de las líneas anteriores, cada uno de los personajes previamente mencionados jugó un papel importantísimo en ambos ámbitos: la evangelización de la Nueva España y, fundamentalmente aquí descrito, en la formación de conocimiento acerca de la cultura indígena, legado a sus predecesores. Sus obras conforman, actualmente, un conjunto de textos indispensables para la comprensión de la historia de la raza humana y la cultura de la región mesoamericana.
Para finalizar, haré mención del sacerdote y maestro Ángel María Garibay, quien estudió y recogió tradiciones y leyenda de los indígenas con la intención de adentrarse más en su mundo, su realidad y sus problemas. Tuyo publicaciones acerca de su conocimiento adquirido al respecto de la cultura náhuatl, entre las que se encuentra su obra Poesía Náhuatl. Dichas labores realizadas de forma mucho más reciente, a los personajes anteriores, dado el periodo en que los hechos en este párrafo descritos: 1892-1967. (León-Portilla, s/d)
A manera de conclusión, reitero mi opinión en comunión a la de tantos etnólogos y autores en general acerca de cómo Fray Bernardino de Sahagún, Diego Durán, Fray Toribio de Benavente, y Ángel María Garibay, entre otros franciscanos, frailes, y demás literarios no mencionados aquí, se encargaron de asegurar nuestro reconocimiento hacia la importancia de la cultura indígena en nuestro pasado histórico y nuestro presente cultural. De no haber sido por ellos y su tarea incansable de la adquisición y compilación de información acerca de nuestros antepasados habitantes del mismo suelo que hoy pisamos los mexicanos, jamás habría llegado a nosotros de la forma en que lo hizo. De no ser por ellos, el conocimiento que nos legaron sobre las culturas indígenas se habría perdido junto con todo aquello que en la actualidad desconocemos sobre ella.
Referencias:
Ballán, R. Fray Bernardino de Sahagún. Recuperado en Febrero 26, 2017, en Enciclopedia Franciscana, http://franciscanos.org/enciclopedia/bsahagun.html
Códice Durán o Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme. Recuperado en Febrero 26, 2017, de http://www.floresdenieve.cepe.unam.mx/catorce/cepe-oyl11.htm
Ezquerra, R. Fray Toribio de Benavente, Motolinía. Recuperado en Febrero 26, 2017, from http://www.franciscanos.org/enciclopedia/tbenavente.html
García Castillo, J. Fray Toribio de Benavente, Motolinía. Retrieved February 26, 2017, from http://www.franciscanos.org/enciclopedia/tbenavente.html
Gómez Canedo, L. Fray Toribio Motolinía, en Pioneros de la cruz en México. Madrid, BAC Popular 90, 1988, pp. 51-53.
León-Portilla, M. (s/d). Ángel Ma. Garibay K. Recuperado de http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn04/039.pdf
Monjarás-Ruiz, J. (2009). Fray Diego Durán, un evangelizador conquistado. Recuperado en Febrero 26, 2017, de Dimensión Antropológica, http://www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=1552
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